20 de junio de 2020
Nuestra vida cotidiana dentro de la Gran Historia | Reflexionando y Actuando en Comunión
[Reflexionando y Actuando en Comunión es parte de una iniciativa de publicaciones con el propósito de bendecir a la iglesia cristiana. Esto mediante recursos escritos que promuevan la reflexión y práctica bíblica en diferentes aspectos de la vida personal, comunitaria y social.]
Por Abimael Rodríguez Colón
¿De qué trata la Biblia? Hay varios aspectos a tomar en cuenta al responder esta pregunta. En esta ocasión, consideremos el papel importante que los seres humanos tenemos en el drama de la historia de la Biblia. Desde el comienzo, la Escritura nos indica que el ser humano ha sido hecho a la imagen de Dios [1]. Parte de lo que esto nos quiere indicar es que hay una relación que Dios solo comparte con el ser humano, a quien le dió la misión de gobernar y administrar la creación en su representación [2].
Si seguimos en el relato de Génesis, se nos narra que el ser humano se rebeló contra su Creador y le traicionó [3]. Después de esto, notamos que la humanidad, que sigue teniendo la imagen de Dios [4], hace lo que Él le encomendó, pero en vez de hacerlo como su representante para la justicia, lo hace para sus intereses egoístas [5]. Aun así, Dios no lo rechaza, sino que le promete la llegada de uno [6] que haría exactamente lo que debíamos hacer nosotros [7]. Éste, además vendría a transformarnos para nuevamente ser representantes de Él al darnos el Espíritu Santo [8]. A ese prometido lo conocemos como Jesús de Nazaret, el Cristo, el Mesías, el Ungido, el Señor; es decir el Rey Salvador. Su obra, no es solamente una obra para salvar personas de un lugar miserable, es una obra que transforma a las personas para que sueñen, deseen y accionen en comunidad con Dios y el prójimo, de la misma manera que Jesús lo hizo; conforme al diseño original del Creador [9].
A cada persona que Dios rescata, la hace partícipe del plan de redención de toda la creación [10]. Nosotros no somos espectadores de una obra, sino actores en el drama que Dios, como director y por medio de su actor principal, Jesús, está llevando a cabo en su creación. Cada uno que ha sido lavado, ha sido transformado para que muestre cómo es la vida del cielo [11]. Estos que han sido transformados pueden decir que todo lo que hacen con sus manos lo pueden realizar como para el Señor [12], ya que esa capacidad viene del Espíritu Santo [13].
Nuestra vida y su Reino
¿Cómo Dios involucra en su reino un vaso de agua fría que le haya dado a otra persona, la pintura que hice, la poesía que escribí, la crianza que le di a algún bebé, el ánimo que le di a alguien, arreglar mi propia casa o la casa de otro, invitar a alguien para que comparta conmigo, las conversaciones que haya tenido, servir en la comunidad de fe, en fin, todo lo que haya hecho? ¡No lo sabemos del todo! Hay cierto nivel de misterio para nosotros, pero sí conocemos que a Dios le importan nuestras acciones y las está tomando para involucrarlas en la misión de Su reino, que está llevando a cabo en Su creación.
Cuando oremos, pidamos al Señor que siempre nos traiga a nuestra memoria que aquello que vayamos a realizar en nuestra cotidianidad sea de su agrado [14], porque deseamos hacerlo como si fuera para Él mismo. A su vez, reflexionemos que cuando veamos a nuestro Salvador cara a cara, también veremos el resultado de nuestras acciones involucradas en la creación y estaremos maravillados de cómo Dios las usó en su plan. Por lo tanto, como dijo el apóstol Pablo mantengámonos firmes e inconmovibles, “progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano” [15].
El autor es parte del equipo de plantación de Iglesia Comunión en Caguas, PR. Actualmente se encuentra realizando un BA en Consejería Pastoral. Le gusta leer, estudiar diferentes temas de interés y la tecnología. Trabaja como programador para páginas web. Vive junto a su esposa Luz y su hijo Mateo.
Referencias bíblicas:
[1] Génesis 1.27
[2] Génesis 1.26; 2:17
[3] Génesis 3
[4] Génesis 9.6; Sant. 3.9
[5] Génesis 3, 4, 6, 11
[6] Génesis 3.15
[7] Romanos 8.3-4
[8] Hechos 1.8; Juan 17.18
[9] Ezequiel 36.26-27; Mateo 22.37-40; Romanos 8.29
[10] 2 Corintios 5.18-21
[11] Filipeses 3.17, 20-21; Efesios 2.19-22
[12] Colosenses. 3.23
[13] Romanos 8.13
[14] Colosenses 1.10
[15] 1 Corintios 15:58